Nuestra Misión

         La principal razón de ser de la Iglesia Evangélica de Casa de Gracia y Verdad es la exaltación de Dios. Esto implica que la iglesia se reúne para adorar a Dios, reconocer Su grandeza, celebrar Su amor y soberanía, y rendirle honor y alabanza. La adoración es una parte central de la vida de la iglesia, y a través de la alabanza y la adoración, los miembros expresan su gratitud y reverencia hacia Dios.

Exaltar a Dios también significa poner a Dios en el centro de todo lo que hacemos, reconociendo que Él es la fuente de toda verdad y vida.

         La iglesia existe para edificar, fortalecer y equipar a sus miembros en su fe cristiana. Esto implica la enseñanza de las Escrituras, la promoción del crecimiento espiritual, el apoyo mutuo y el cuidado pastoral. La edificación es un proceso continuo en el que los creyentes crecen en su conocimiento de la Palabra de Dios, en su relación con Cristo y en su capacidad para vivir una vida de acuerdo con los principios cristianos. La iglesia proporciona un ambiente donde los creyentes pueden aprender, crecer y ser fortalecidos en su fe.

          La tercera razón de ser de la iglesia es llevar el mensaje del evangelio a aquellos que aún no conocen a Cristo. La iglesia tiene la responsabilidad de ser una luz en el mundo, compartiendo el amor de Dios y el mensaje de salvación a través de Jesucristo. Esto implica actividades evangelísticas, misiones locales e internacionales, y esfuerzos para alcanzar a las personas en la comunidad circundante. La iglesia tiene la misión de ser un testimonio viviente de la gracia de Dios, invitando a aquellos que no conocen a Cristo a unirse a la comunidad de fe y experimentar la salvación en Él.

          En resumen, la Iglesia Evangélica de Casa de Gracia y Verdad existe para ser columna y sostén de la verdad mediante la predicación fiel y así exaltar a Dios en adoración, edificar a los creyentes en su fe y conocimiento, y evangelizar a los perdidos, compartiendo el mensaje transformador del evangelio. Estos tres propósitos fundamentales guían la vida y el ministerio de la iglesia, permitiéndole cumplir nuestra misión y llamado como una Iglesia Bíblica.